El doctor Oscar González, neurólogo intensivista pediátrico del GMSP, indica que el Asperger es un síndrome del espectro Autista que no contempla discapacidad intelectual asociada.

Algunas investigaciones sobre la recurrencia de casos de niños con Asperger en el mundo señalan que se observan de 1 a 5, casos por cada 100 recién nacidos vivos. Otros afirman que el 1 %de la población la presenta y, aunque no hay una cifra establecida, se registran cuatro varones por cada mujer.

Así lo informó el doctor Oscar González, neurólogo intensivista pediátrico del Grupo Médico Santa Paula (GMSP) a propósito del Día Internacional del Síndrome de Asperger. “Un niño diagnosticado con Asperger requiere terapias de apoyo conductual, de lenguaje, y también psicopedagógico durante su paso por el colegio; incluso fisioterapia si fuera el caso”.

Agregó que, “…en el GMSP descartamos las comorbilidades del Asperger que se refieren a la parte orgánica. Intervenimos un equipo multidisciplinario, donde participamos neurólogos y neuropsicólogos. Nos apoyamos con estudios de resonancia y encefalogramas”.

En este sentido, la clínica cuenta con equipos de alta definición y calidad para el debido abordaje y diagnóstico, que incluye: imagenología, resonancias, servicios de electroencefalografías, con o sin mapeo, para poder visualizar y facilitar la labor médica que debe tener una lectura clara de la situación. Se suma el servicio de neuropsicología y psiquiatría.

“Es un gran equipo que interviene en el diagnóstico, las terapias y medicación, concertada con los padres, a quienes se les explica de forma personalizada. Contamos además con el servicio de gastropediatría, porque la parte gastrointestinal trabaja como el segundo cerebro y podemos valorar los perfiles del paciente”, comentó el especialista.

Gracias al trabajo que se lleva a cabo entre padres y equipo médico, muchas de estas personas logran insertarse en el entorno.

Necesidad de inclusión social

Una situación muy marcada en estos últimos tiempos es el bullying hacia los niños asperger, sobre todo en la escuela. De allí, la necesidad de que los padres se nutran de herramientas para apoyar a sus hijos y lograr la inclusión en la sociedad; además de la participación de los profesores, quienes también juegan un papel importante en su misión de mantenerse atentos ante situaciones que puedan producir una reacción en niños con este síndrome.

“Se suma a esta situación, lo duro que es para los padres, aceptar la situación del niño. Observamos muchas veces que los adultos se limitan a ir a eventos sociales, porque ven la manera como tienen a aislar a sus hijos. De allí, la gran responsabilidad que tenemos de educar e incentivar a la sociedad a crear una inclusión para este tipo de pacientes.”

Además de la evaluación neuropsicológica, se suma la de terapia ocupacional o del lenguaje, incluso foniatría pues, aunque tienen un lenguaje muy refinado, usualmente no tienen problemas de lenguaje como tal; pero un lenguaje robotizado, lo que le da más que todo problemas de prosodia.”

Este síndrome se encuentra dentro del trastorno del espectro autista, y una de sus características es que no tiene discapacidad intelectual asociada, “…Presentando una marcada alteración en la interacción social, dificultades en la comunicación, análisis literal de la información, déficit en el uso de múltiples aspectos no verbales, como el contacto ocular sostenido, la expresión facial, el uso de marcadores para regular la interacción, la capacidad de juego y un rango de comportamiento e intereses repetitivos (en los cuales pueden tener grandes habilidades), en ausencia de limitaciones asociadas a la forma del lenguaje y en el aspecto cognitivo.”

Factores de riesgo de Asperger

Al ser consultado sobre los factores de riesgo para que un niño sea diagnosticado Asperger, el especialista del GMSP detalló que existen factores genéticos, biológicos y ambientales que impactan en las familias, en la vida social y escolar de los niños y niñas con el síndrome.

“Desde el punto de vista genético se conocen al menos 200 genes implicados, pero podrían llegar a ser unos 2000 porque existe mucha interacción entre ellos y se están descubriendo múltiples mutaciones que todavía no se han descrito. Así que, un solo gen no podría explicar la causa del autismo. Cada vez son más relevantes los factores ambientales y los biológicos y se están tomando más en serio.”

Lograr un diagnóstico precoz y una adecuada intervención especializada, contar con sistemas de apoyo y priorizar la calidad de vida e inclusión en la sociedad del paciente son los grandes retos.